En el Teatro Italiano y con la asistencia de las autoridades municipales, ex funcionarios del Ejecutivo y el Deliberativo y vecinos, respetando el protocolo sanitario, tuvo lugar en la noche de este jueves, el merecido reconocimiento a la obra y trayectoria del maestro Osvaldo Di Santo, con motivo de la restauración de su magnánima obra “Las Banderas” que obsequiara a la ciudad de Lobos en 1985, como tributo a la recuperación de la Democracia, y que fuera restaurada recientemente por la notable artista Andrea Avagnina, elegida por el propio Osvaldo para esta tarea.
El acto comenzó con la proyección de un video muy bien editado, en el que Di Santo relata cómo surgió la idea de realizar este mural, la obra de arte más grande en Lobos, de 4 por 2 metros.
Contó que le llevó un mes plasmarla hace 36 años, detalló los materiales y la metodología de trabajo, y que tuvo como modelos para los hombres que sostienen las banderas de Paz y Justicia, Libertad e Independencia, a Marcos Pastorini y Fernando Sancho hijo.
En el video también expresaron sus sentimientos Andrea Avagnina, y Humberto Maglione, que presidía el Concejo cuando Di Santo donó este formidable trabajo, y el Intendente Etcheverry explicando el sentido de la restauración.
Posteriormente, los presentes asistieron al reconocimiento a Osvaldo, plasmado en la entrega por parte del Intendente de copia de la declaración como patrimonio cultural e histórico de Lobos este magnífico mural y toda la obra del genial artista, iniciativa del Ejecutivo aprobada por unanimidad en el Concejo Deliberante.
Pero había más sorpresas:, Di Santo vivió otro momento de emoción, cuando los trabajadores municipales del sector carpintería, que desmontaron la obra y la volvieron a colocar en el recinto del HCD una vez restaurada, le obsequiaron una réplica de la misma.
Finalmente, Sofía Ramos y Guillermo Pastorino, deleitaron a todos con una impecable interpretación de Inconsciente Colectivo, de Charly García.
SENTIDAS PALABRAS
Osvaldo Di Santo expresó que “es paradójico que nos distingan por lo que debemos hacer como ciudadanos o bien por lo que nos gusta, en mi caso la docencia y el arte”.
“Yo tengo con Lobos una gran deuda de honor, este pueblo me vio nacer y me abrigó hasta hoy, aquí también forjé mis amigos y afectos, y como decía el filósofo y teólogo italiano Tomás de Aquino, hay hombres que se parecen a los árboles, porque los árboles son los únicos seres bióticos que nacen, crecen y mueren en el mismo lugar, y yo creo que si los dioses no tienen otro destino para mí, quizás este sea el lugar donde encuentre el fin de mi ciclo vital”.
“Quisiera encontrar la exacta dimensión de la palabra que pueda expresar lo que mi corazón siente en este momento, si es como dicen que el corazón es el asiento de las sensaciones”.
“Quiero agradecer a los poderes comunales, a las secretarías, a las direcciones, especialmente a la de prensa que fue la hacedora de la infraestructura de este homenaje, quiero agradecer muy especialmente a la gente de maestranza, sobre todo al área de carpintería que desanclaron el mural y lo llevaron hasta el salón de actos donde se encontraría con la persona elegida para restaurar la obra, la profesora Andrea Avagnina”.
“Andrea no conocía la obra, porque cuando fue hecha era muy pequeña, tampoco conocía el lugar donde estaba alojada, pero con algunos datos Andrea creó una paleta de colores con materiales contemporáneos tan disímiles de los que había utilizado hace 35 años, y sin embargo hoy luce impecable con los colores originales”.
“Y quiero hacerles una promesa, que desde hoy tendré que hacer las cosas de mejor manera para ser legítimo acreedor de esta distinción.
Andrea Avagnina afirmó: “siempre voy a hablar desde la emoción porque esto ha superado todo, ha sido una de las experiencias más fuertes que me ha tocado vivir en mi carrera artística, por todo lo que significa Osvaldo para mí, por la admiración que le tengo”.
“Hoy pensaba algo que hablé una vez con una profesora de la UNA donde fui a perfeccionarme, le llevé información sobre Osvaldo y le dije este es mi amigo, mirá la obra que hace, y ella me dijo que no era un artista sino un alquimista, y realmente lo es porque utiliza objetos de uso diario y los transforma en una excelente obra de arte, solamente un alquimista lo puede lograr”.
“Para mí esto ha sido un gran honor y lo agradeceré toda mi vida, me ha hecho crecer, he pasado momentos maravillosos, me ha cuidado muchísimo este grupo de chicos y chicas para llevar adelante esta restauración”.
Y el Intendente Etcheverry manifestó: “gracias Osvaldo, gracias Andrea, tenemos que estar orgullosos de los artistas que tenemos, y los debemos empoderar”.
“Y más allá de la obra, recuerdo que allá por el 85 tenía 23 años, cuando creíamos que todo lo íbamos a cambiar y que sería diferente, y capaz que no es que no fue, simplemente que son los pasos, el tiempo, el adolecer que tiene esta democracia, pero que estoy convencido que desde la política y a través de la política, y teniendo en cuenta estas banderas que son el pilar de la república, este país tiene que andar por el buen camino, donde nos podamos desarrollar, estar con libertad, donde la paz y la justicia sean un objetivo”.