Parece una fecha mágica: 8/8/88. Fue así, en realidad: el 8 de agosto de 1988, Rubén Gnazzo abrió su primera agencia de lotería, en una época donde todavía se levantaba mucha quiniela clandestina en Lobos. Con el tiempo, eso fue menguando.
“Pasamos por todas las etapas, siempre tratando de adaptarnos”, nos comenta Gnazzo: “En un momento dado hemos tenido un plantel de gente importante, y eso es lo que más me gratifica, trabajar y dar trabajo. Con los clientes de siempre el trato es casi coloquial, porque uno los reconoce ni bien entran a la agencia. Es impredecible en muchos casos a qué número le van a jugar, por ahí pasó un auto con una patente y le juegan a ese, pero por supuesto hay clientes que apuestan siempre por el mismo número. Pero es ocasional, quitando el caso de los ludópatas, la gente va contenta a jugar, a diferencia de otros comercios. Para mí, el gran cambio se produjo cuando apareció el Loto y el Quini. Antes existía solamente el Prode y la mayoría de las mujeres no estaban interesadas en los resultados de los partidos, y hoy te diría que varones y mujeres apuestan por igual con los nuevos juegos que se fueron sumando. No obstante, depende del barrio y del lugar, hay muchos factores que influyen. La agencia mía está en un lugar de paso, por lo cual es muy variado. Pero en otros comercios del rubro no es así. Eso sí, las mujeres juegan menos cantidad pero más números, el hombre apuesta más por un solo número”.
“El premio más grande que vendimos en la agencia fue un Loto, hace varios años, de 250.000 dólares. Antes en esos premios importantes el apostador se identificaba, salía por televisión, hoy eso es impensado, por el tema de la inseguridad. Nosotros nos enteramos cuándo un número se vendió acá, pero nada más. La quiniela es lo más popular, porque se juega todos los días. La mayoría de la gente apuesta para los tres sorteos que hay diariamente, pero tenemos muchos que lo hacen en la vespertina o nocturna. Como se basa mucho en un pálpito, o en una cifra que vieron, los clientes de quinielas son muy ocasionales, no hay una cantidad fija”.
Fue categórico al afirmar: “Es mentira que en épocas de crisis la gente juega más para “salvarse económicamente”, la gente restringe todos sus gastos y entre ellos las apuestas. Si no hay plata, no hay plata para nadie. Es un mito urbano. Te lo puedo decir porque en estos 30 años pasé por todas las crisis”.
Gnazzo conoce de memoria a sus clientes de toda la vida, pero como manifestó, hay gente que se siente atraída por un número cualquiera que ve en la calle y no duda en jugarlo. “Tarzán” (como lo conocemos todos), fue concejal por la UCR y es dirigente del Partido GEN, liderado por Margarita Stolbizer. Cree que la principal grieta no es ideológica, sino entre los distintos estamentos de gobierno: Municipio, Provincia, Nación. Da ejemplos concretos de distritos con menos población que Lobos y que reciben más dinero de las arcas provinciales. Y destaca a políticos como el ex Intendente saladillense Carlos Gorosito (UCR), que transitó casi todo su mandato bajo el menemismo y aún así logró una prosperidad notable para la localidad vecina. Y mientras muchos lobenses escuchan por la radio “La danza de la fortuna” o ven a Riverito por Crónica TV, hay una ilusión esperando hacerse realidad de quien vende los números detrás del mostrador.