-La noticia la dio a conocer Ambito.com, que da detalles sobre la situación económica de Molino Cañuelas.-
La empresa mantiene una deuda de alrededor de u$s760 millones con un conjunto de bancos locales e internacionales. Todo indica que las entidades buscan cobrarse la deuda tomando el control del 80% de su capital.
Molino Cañuelas pertenece a la familia Navilli y tiene más de 80 años de experiencia en el sector alimenticio. La compañía se consolidó en un grupo industrial que se especializa en la elaboración de harinas, aceites, galletitas, panificados, pastas secas, pan rallado, rebozadores y pre mezclas para pizzas, ñoquis, buñuelos y alimentos congelados para consumo masivo e industrial llegando con sus productos a la mesa de los argentinos y a más de 60 países.
En el medio de la reestructuración de la deuda, el Banco Macro presentó un pedido de quiebra de la compañía ante la Justicia comercial. Pero la fuente detalló que la empresa de consiguió otro crédito del BICE que fue clave para que pudiera seguir operando como lo está haciendo actualmente sin mayores sobresaltos en su estructura, pero con el claro objetivo de llegar a un acuerdo viable con sus acreedores locales e internacionales.
Ambito.com describe que el modo de reestructuración de deuda iniciada por Molino Cañuelas, es similar al camino iniciado por la cadena de venta de electrodomésticos Garbarino que reestructuró una deuda por $4.000 millones y hoy los bancos acreedores pretenden venderla a un fondo de inversión que relanzaría la marca en breve.
La deuda de Molino Cañuelas con entidades financieras locales asciende a poco más de $19.100 millones. Sus principales acreedores son el Banco Nación, HSBC, Santander y Provincia, entre otros.
La empresa tiene estas millonarias deudas porque en paralelo concretó un fuerte proceso de expansión en la Argentina. Quizás uno de sus mayores hitos fue la compra del negocio local de harinas de Cargill (en total, siete molinos) por 736 millones de pesos, una operación para la que antes consiguió el apalancamiento de un crédito del Banco Mundial de 80 millones de dólares.