Más de un centenar de vecinos se dieron cita esta noche en la Biblioteca Capponi, en el marco de una interesante charla sobre el uso del cannabis medicinal como terapia complementaria. La disertación estuvo a cargo del Médico Traumatólogo Miguel Ottonello, quien accedió gentilmente a responder las preguntas de la prensa. La convocatoria de público superó todas las expectativas.
Ottonello comenzó diciendo a los medios, que: “El cannabis es absolutamente natural, y los médicos nos hemos dado cuenta de que podemos volver a lo que nunca debió haber salido. La medicina cannábica fue durante muchos años, más de dos siglos, pisada para que no salga. Se hacía en lugares artesanales, no a nivel de laboratorio. Hoy tenemos un cambio de paradigmas en los tratamientos a nivel mundial, ha habido un giro notable, y los daños en el organismo de las drogas sintéticas son evidentes. Por ese motivo la gente está buscando otras alternativas. Hay muchos mitos y prejuicios en torno al cannabis, hay gente que todavía piensa que la terapia pasa solamente por la yerba, y no es así, ni tampoco lo que conocemos como porro. La medicina cannábica es hoy un cambio absoluto en la terapia para varias afecciones. Debemos ser claros en que no es una panacea, simplemente una herramienta más para poder seguir adelante con terapias y tener una mejor calidad de vida”.
Añadió el profesional que: “Con respecto a los mitos, hay de todo, pero desde el año 1800, se han hecho muchísimas cosas con el cannabis, buenas y malas. La función del cannabis es actuar como una terapia para el dolor. Y en cuanto a la forma de administrarlo al paciente, hay varias formas, el aceite es una alternativa, al igual que los vaporizadores, inclusive se utilizan supositorios en Estados Unidos y en Europa para pacientes que no pueden hacerlo por otras vías. Y hay que aclarar que fumar marihuana no es un tratamiento ni es terapéutico, puede actuar como relajante pero no va a curar nada ni tampoco va a mejorar la salud”.
Nos comentó que: “Yo participé de la promulgación de la Ley de Utilización del Cannabis, pero su uso está limitado a una sola patología. Habría que preguntarles a los legisladores por qué tomaron ese criterio. La Ley salió para un solo diagnóstico, que es la epilepsia refractaria. A nivel mundial se autoriza su empleo en más de 10 diagnósticos. Debería regularse de esa manera, atendiendo a la salud del paciente, y dejar la puerta abierta al médico para que pueda aliviar el dolor a quien se está tratando”.
“En Uruguay, el expendio de cannabis es ley nacional y con todos los altibajos es una legislación abierta pero algo limitada. El uruguayo se queja de que es muy poco lo que se puede vender. Fue una ley muy hablada y consensuada, y el mismo criterio debería haberse implementado aquí. Por eso insisto que en nuestro país es absurdo limitar la terapia de cannabis a una sola enfermedad”, enfatizó.
“En insólito que el aceite acá se venda en dietéticas o herboristerías, y no en una farmacia que tendrá menos riesgo de expender un producto que no se sabe su procedencia. No sabemos proporciones, de qué está provisto ese aceite, y qué propiedades tiene. Por eso estamos pidiendo que tenga una etiqueta con cromotografía, que es el análisis de los componentes de la resina de cannabis diluida”.
Para concluir, precisó que: “Hay muchos cuadros clínicos donde se puede aplicar con éxito la terapia cannábica, como la ansiedad, cáncer, por casos de HIV ya que ayuda a que el paciente se alimente mejor porque abre el apetito, esclerosis múltiple, y diferentes tipos de epilepsia”.