En esta nota me voy a referir a la toma de la presión arterial cuando llevamos la mascota a su veterinario de confianza.
Los valores normales en medicina veterinaria se consideran de 140 milímetros de mercurio (presión sistólica) en los caninos o 14 en la del ser humano. Este valor lo consideramos como pacientes normo tensos, valores que oscilan entre (140 a 159), como pre hipertensos, valores de (160 a 179), en hipertenso y más de (180) se considera a un paciente hipertenso severo.
La complicación que podemos tener cuando detectamos algún paciente con valores superiores a los normales, son lesiones en órganos blancos, ejemplo en los ojos, el cerebro y el corazón.
Esto nos orientará a sospechar en un problema de base, por ejemplo problemas renales, como la primera causa de la enfermedad, la segunda causa, es una endocrinopatía , el (hipotiroidismo), disminución de los valores normales de las hormonas tiroideas que produce una hipertensión arterial. Las hormonas tiroideas son vasodilatadoras o sea los paciente normales sin una endocrinopatía, son normo tensos, cuando disminuye esta hormona se produce la hipertensión, otra causa es la diabetes que es otra endocrinopatía que produce un endurecimiento en los vasos sanguíneos, por tal motivo el corazón tiene que vencer esa resistencia al trabajar más exigido.
Si nosotros buscamos las enfermedades de base, le podemos dar a nuestros pacientes mejor calidad de vida, por eso es importante llevar a su mascota al veterinario de confianza todos los años para realizarle un control que incluya un chequeo clínico completo.
Otra enfermedad a la que me voy a referir es la Insuficiencia cardíaca en caninos.
El diagnóstico de la insuficiencia cardíaca en perros es creciente, lo que afecta a los adultos de mediana o avanzada edad. La patología no tiene cura, pero el diagnóstico temprano permite actuar y desarrollar planes terapéuticos que darán calidad y cantidad de vida a nuestros pacientes. La insuficiencia cardíaca es un término que se utiliza para denominar varios trastornos que se caracterizan por el debilitamiento del corazón. Se trata de un trastorno por el cual el corazón no puede ejercer plenamente sus funciones vitales por alguna anomalía.
Sus síntomas pueden ser:
Cansancio al ejercicio.
Alteraciones en el ritmo cardiaco (arritmias).
Falta de interés y debilidad al medio.
Sincopes y desvanecimientos.
Las encías se pueden tornan de un color azulado por falta de oxígeno.
En fases avanzadas se presenta ascitis (abdomen hinchado), edemas en los miembros posteriores y en ventral del cuello.
Es en este momento es donde el propietario tiene que llevar a su mascota al veterinario de confianza para que pueda realizar distintos procedimientos clínicos para llegar al diagnóstico.
Estas señales se hacen perceptibles con el avance de la patología, que provoca la debilitación progresiva de las estructuras cardiacas. Por ello el diagnóstico temprano es fundamental para garantizar un tratamiento eficaz y mejorar la expectativa de vida del animal.
Todos estos signos clínicos, cuando se hacen presentes indican que la enfermedad ya ha recorrido un camino, ese camino es la fase inicial, una fase asintomática, sin signos a los ojos de su propietario, una fase oculta de esta enfermedad, pero que no pasa desapercibida a un examen clínico completo realizado por un Médico veterinario.
Aquí podemos encontrar soplos, arritmias o sea cuando el ritmo cardiaco es anormal que nos llevan a realizar estudios y detectar la insuficiencia cardiaca en la fase inicial asintomática y empezar un tratamiento.
Por esto si se tiene un perro de raza chica menos de 10 kg y mayor de 7 a 8 años, mi sugerencia es que se realice un chequeo completo de su salud.
Si tiene uno de raza más grande, se realiza un chequeo después de los 4 a 5 años de edad ya que en estos caninos, la insuficiencia cardiaca se manifiesta antes que los de razas más chicas.
Dr Fernando Nigro
M.P 4278