La sala principal de la institución lució colmada de público, que se congregó para presencia la producción de los diferentes talleres en casi un año de trabajo. Fue también una ocasión propicia para el reencuentro de docentes y alumnos, quienes se sumaron a este desafío de aprender sin importar la edad, y de generar nuevos vínculos.
La Presidenta de la Biblioteca, Susana Zamora, dijo a la prensa: “Como todos los años, hacemos el cierre de los talleres con una muestra abierta, el balance de este 2018 es positivo, porque se han sumado nuevas propuestas, este año tuvimos 9 talleres y la Biblioteca estuvo en constante movimiento, todos los días, sobre todo por la tarde. Por lo general los profesores a cargo dictan una clase por semana, y fue así como se fueron turnando para poder organizarse, de manera que como dije antes, todos los días teníamos un taller.
Añadió Susana que: “Es algo que nos gratifica, porque genera un movimiento de gente, representa una buena entrada de dinero para nosotros porque cobramos un porcentaje por el uso de las instalaciones. Hay muy buen clima entre las personas que concurren, se hacen amistades, y la gente mayor se integra de un modo excelente con los más jóvenes. Este intercambio de generaciones lo veo como algo muy positivo. Por lo general, los talleres se dictan por la tarde, pero si se da la posibilidad de brindar alguno por la mañana, no tenemos inconveniente en hacerlo. Ahora no tomamos un receso hasta marzo, una vez que comienzan las clases y que ya hemos adquirido los textos escolares, porque no nos podemos abocar a tantas cosas. Ver en esta exposición todo lo que se ha trabajado durante el año es una gran satisfacción, en algunos casos se puede ver y en otros no, como el taller de estimulación de la memoria o de Grafología. En cambio, el de Tejido al Crochet quizás se luce más para una muestra, pero el esfuerzo de todos los profesores ha dado buenos frutos.
También dialogamos con la responsable del Taller de Narración para Niños, la Prof. Mariana Gazzo, quien nos comentó: “El resumen de este año ha sido muy positivo, tuve alumnos de entre 6 y 11 años, siempre se trabaja buscando una motivación, un “disparador”, con cuentos que sean atractivos. Ellos me piden historias de suspenso, de terror, de aventuras, y en este año hicieron un muy buen trabajo sobre una historia de ciencia ficción que ellos escribieron. Al principio los textos eran breves, porque un niño no puede mantener la atención tanto tiempo como un adulto, pero después los fuimos extendiendo en los chicos de 11 y 12 años. Desde la narración oral se pueden generar adaptaciones de un cuento para evitar que resulte tan extenso. Lo principal es que los nenes se conecten con la imaginación, la fantasía, descubran nuevas palabras y puedan expresarse”: