Lobos 24 Un nuevo concepto en información
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Soy Juan Carlos, de Córdoba Capital. Me diagnosticaron Parkinson en el año 2010. Desde ese tiempo comienza mi peregrinar para vivir una nueva forma de enfrentar mi diario caminar.
Pasé por todos los estados anímicos, en un primer momento inconscientemente buscaba quién me podría curarme, me enojé, me deprimí, me sentí muy solo, abandonado, preguntándole a Dios por qué me tocaba vivir todo esto, en vez de preguntarle para qué, mis limitaciones físicas se iban notando cada vez más. Lo cual no asumía esta situación de salud.
Durante estos años fui haciendo rehabilitación a nivel físico, psíquico, social, que me hace muy bien, pero la “mejor rehabilitación”, la espiritual, si bien la hacía, no le permitía actuar a Dios para que pudiera obrar libremente. Estas circunstancias llegan a mi vida cuando laboralmente estaba muy bien, era feliz con lo que hacía, soy docente. Esto me permitía independencia y bienestar económico.
En el año 2013, enfrenté una gran crisis a nivel psíquico y físico. Comencé con licencia laboral. Luego de dos años me jubilo. A medida que pasa el tiempo observo que la “mano de Dios” está presente, me acompaña e intercede ante mis necesidades. Así llego al jueves 17 de septiembre de 2015.
Voy como otras veces a misa a la parroquia en el barrio donde vivo. Al llegar me encuentro que había mucha gente, no habitual esta característica. No entendía el motivo. Intento averiguarlo pero no encontraba a nadie conocido. Al final me dicen que va haber misa con el sacerdote René Cari, de la ciudad de Lobos, provincia de Buenos Aires. De ahí empieza el vínculo con el Padre Cari y su equipo de servidores. La misa fue sanadora y liberadora. Lo saludé y dialogamos un breve tiempo. Quedamos en contacto vía mail.
Comencé paulatinamente a sentirme mejor, especialmente, a nivel anímico y espiritual. Nuevamente observo que estoy en la mira de Dios Amor, me condujo al encuentro con el P.Cari sin proponérmelo de mi parte, ni nadie me lo dijo.
El 12 de octubre de 2015 viajamos con Noemí, amiga fiel y constante, para que me aproxime a este Jesús sanador, al Santuario de la Virgen del Rosario de San Nicolás de los Arroyos. El P. René asiste con los grupos de su ciudad y zonas aledañas y sus servidores. Antes de la celebración eucarística, el P. René, prioriza la atención del grupo llegado de Córdoba Capital. Me confesé, hacía años que no lo hacía. Me impuso las manos, me aclaró diferentes prácticas, que no vienen de Dios, no dan resultado, como consulta a adivinos, lectura de cartas, etc.
Volví a restablecer en mi persona la existencia del mal, y su práctica, cosa que no era tenida en cuenta, y que debía tener presente. La misa fue muy “terapéutica”. La madre María también colaboró para este maravilloso momento. Es un lugar muy santo. Me identifica mucho esta advocación. Fui a San Nicolás desde los inicios de las apariciones, época de mi juventud. Y vuelvo después de muchos años… la madre quiere lo mejor para mí….
En diciembre de 2015 fuimos con Noemí y Alejandra a la ciudad de la Falda, provincia de Córdoba. El P. René predicó un retiro de sanación y liberación. Continúo experimentando la presencia de Dios, uno y trino, junto a María, en mi historia de vida. Su cercanía.
Así fui mejorando mi estado general, sanando y asumiendo mi pasado. Fui dejando paulatinamente los psicofármacos, con supervisión del médico que asisto. Hoy estoy sin ninguno de ellos. Agradezco infinitamente a Dios, en la persona del P. René Cari y todo su equipo de servidores como de tantos hermanos que rezan diariamente por mi salud integral. Gracias PADRE por tu AMOR incondicional, más allá de mis caídas e infedelidades a tu ser. Tu Misericordia es plena. Abre mi corazón para que pueda seguir receptando y sanando cada día.
