Lobos 24 Un nuevo concepto en información
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En diálogo con LOBOS 24, el diácono Federico Telles, de la Parroquia Nuestra Sra. del Carmen, nos comentó cómo se prepara para su ordenación sacerdotal, que será el 21 de septiembre, y luego dará su primera Misa en el Templo, el domingo 23 a las 19 hs.
Comenzó diciendo que: “Era algo esperado, hace un tiempo que sabía la fecha de la ordenación, y me preparo con mucha alegría, estoy muy contento, y a la vez me preparo haciendo lo de todos los días. Traté de vivir todo este tiempo de diaconado dando lo mejor, lo cual me hace llegar al sacerdocio de buena manera. Cuando uno hace el diaconado ya sabe desde el momento en el cual se ordena, que esto es para siempre. La verdad es que te tiemblan un poco las piernas, porque uno se pregunta si será fiel, si podrá responder de la mejor manera. Dios es mi confianza, yo sé que El me llama y me va a sostener”.
Nos confió Federico que: “El seminario me costó, lo interrumpí durante dos años después de la muerte de mi hermana, volví a vivir a Junín, di clases de Catequesis en una escuela. Pero hoy siento que eso me hizo crecer muchísimo, la experiencia del dolor. Por supuesto que me desestabilizó totalmente, fue patear el tablero de alguna forma. Recién cuando pasó el tiempo entendí que Dios siempre estuvo. Cuando retomé, volverme a sentir llamado me hizo sentir un pibe más maduro, sin tanto idealismo. Como te digo, tuve la experiencia del dolor, de haber vivido un noviazgo, de haber trabajado… ahora pienso que si hubiera salido del seminario, todo eso no lo hubiera vivido. Trabajar con otros es la responsabilidad de tener un compromiso, de cumplir horarios, etc. Tenía 20 años en ese momento”.
Dijo que estuvo recorriendo todo el Barrio Hipódromo, y que los vecinos lo recibieron muy bien. Añadió que: “Estoy muy contento con la comunidad de Lobos, sigo en este proceso de seguir conociendo al pueblo. Muchas cosas las conocía por haber venido algún fin de semana. Pero la gente de Lobos sabe hacerte parte del pueblo. Siempre me sentí como en casa, es más chico que Junín, lo cual tiene sus pro y sus contra, pero como dije antes. Pero la gente me ha recibido muy bien, incluso aquellos que no son de la Iglesia. Siempre el saludo atento, la charla, el mate…eso me gusta. Poder conversar, conocer gente, charlar de la vida, algo que en la gran ciudad no abunda, vos vas caminando y hacés tu vida. Acá te cruzás y te saludás con conocidos todo el tiempo. A la gente le llama la atención que alguien joven esté en la Parroquia, además como no tengo barba ni nada quizás me ven más chico de lo que soy, pero tengo 28 años, dicen que soy “un curita joven”. Esto rompe un poco con la imagen que uno tiene del cura, un tipo grande, gordo, distante… pero esa persona alguna vez fue joven también. Yo creo que en el contexto que estamos viviendo, pretender resolver una necesidad material con un consuelo de palabra, es una locura. Si hay hambre, lo primero debe ser conseguir comida”.
“No son tiempos fáciles, ni para la Iglesia ni para la sociedad. Y acá hay que hacer una división entre la Iglesia que yo quiero, y la que está hoy. Estamos viviendo momentos difíciles y grandes desafíos, pero la Iglesia está preparada para dar respuesta, aunque mediáticamente no se vea o se divulgue. El Papa Francisco ha decidido encarar los problemas de frente, entendiendo que la Iglesia no es ajena a la realidad y las problemáticas sociales. En los casos de supuestos abusos se debe ir hasta las últimas consecuencias. Es una realidad que duele, pero también duele que se termine generalizando y creyendo que todos los sacerdotes son así”.
“Mi familia está compuesta por mi mamá Claudia, mi papá Daniel, y mi hermana menor, Fernanda. Mi otra hermana, como te comentaba, falleció. Para ellos fue una sorpresa cuando yo les dije que quería entrar al seminario, era algo totalmente inesperado. Mis padres siempre me mostraron la Fe, no con palabras, sino con obras. Mis padres no son personas de ir a la iglesia con frecuencia, pero cuando les comuniqué lo que quería hacer, me dijeron: “si esto te hace feliz, metele para adelante que te vamos a bancar”. Eso siempre me hizo libre, no es que me hice cura porque me presionaron”.
“Es una alegría que tanta gente me acompañe a mi ordenación, y estoy agradecido a todos, si vos me decís si yo hace años atrás pensaba en venir acá, para mí era un sueño, comenzar a ser cura en una ciudad como Lobos. En el inicio de este camino me brindo a ellos, con vocación de servicio. Soy feliz, disfruto de cada momento, ahora que estoy tomando unos mates con vos y haciendo esta nota, desde luego que también me gusta proyectar, aunque a veces el futuro te sorprende con cosas que no esperabas”, concluyó.
