Tras la trágica explosión en una escuela de Moreno, que dejó como saldo dos muertos, el Gobierno bonaerense analiza realizar un relevamiento en todas las escuelas de la provincia para determinar el estado de las instalaciones y la infraestructura.
El subsecretario de Educación bonaerense, Sergio Siciliano, aseguró a la agencia DIB que la explosión «no va a ser considerada un hecho aislado para nada». El funcionario provincial anticipó en ese sentido que «una vez salidos del impacto y el dolor, tomaremos con el ministro y el equipo las decisiones de cambios y mejoras en los controles que haya que tomar». Además, completó que «va a haber un relevamiento. El ministro está trabajando puntualmente para ver esto».
Siciliano explicó que «la escuela venía con problemas de gas desde hace un tiempo». En ese marco, señaló que los reiterados reclamos realizados por la vicedirectora del establecimiento, fallecida en la explosión, fueron atendidos por un gasista perteneciente a una empresa local, contratada por el Consejo Escolar de Moreno, actualmente intervenido por la Provincia.
El funcionario reveló que, tras un nuevo reclamo, el gasista había estado trabajando ayer hasta las 19 horas, acompañado por la vicedirectora Sandra Calamaro. «Habían aparentemente resuelto el problema, aparentemente dejaron las llaves cerradas e iban a continuar hoy, pero eso lo tendrá que determinar la Justicia», indicó.
Sobre los reclamos de la escuela, Siciliano argumentó que «hubo varias intervenciones, ahora tenemos que ver si todos los reclamos tuvieron la respuesta necesaria, pero ayer había un profesional ahí, ahora hay que ver si hizo bien su trabajo, si hubo un error o un accidente, pero entendemos que la mayoría de las veces tuvieron la respuesta».
Sin embargo, el diario El Día alertó sobre la falta de mantenimiento existente en la Provincia. Mientras el gobierno bonaerense asegura que este año hay un “récord de inversión” en infraestructura escolar, comunidades educativas, asociaciones civiles y gremiales y consejos escolares coinciden en que 3 de cada 10 edificios directamente no están en condiciones para dar clases.
En tanto, estiman en “más del 70 por ciento” la cantidad de colegios públicos con “importantes y recurrentes” problemáticas, como “falta de calefacción y de vidrios, techos que se llueven, emanación de aguas servidas, instalaciones eléctricas expuestas, mobiliario roto o insuficiente”.
“Unos 3.300 millones de pesos provenientes del Fondo Educativo de los 135 municipios bonaerenses están siendo destinados a infraestructura escolar, a lo cual se suman 1.700 millones de pesos del gobierno provincial. Esto significa una cifra récord en inversión que este año superará los $5 mil millones y posibilitará más de 3.500 intervenciones en escuelas, desde reparaciones menores hasta la construcción de edificios escolares”, dicen en la Dirección General de Cultura y Educación.
Los gremios tienen una visión opuesta: “Directoras, docentes y cooperadoras, allí donde las hay, ponen de sus bolsillos para comprar artículos de limpieza, tizas, papel, elementos para el comedor escolar que no llegan, lamparitas, para arreglar una puerta. No hay inversión. Y los problemas edilicios quedan prisioneros de una burocracia infinita, de la confusión creciente sobre dónde hay que pedir las cosas, y en demoras de meses para que aparezca alguna solución que, si llega, lo hace en forma de parche. Todo atado con alambre”, disparan desde las entidades de base, pero también desde las cooperadoras.