En el día de hoy (domingo 22), tuvo lugar en el Templo Parroquial la celebración central por el Día de la Virgen Del Carmen, Patrona de nuestro pueblo, con una Misa y posterior Procesión. Muchos fieles se dieron cita para esta actividad a modo de cierre de lo que se vino desarrollando desde la Parroquia durante todo el mes.
En su homilía, tras la lectura del Evangelio según San Marcos, en Cura Párroco Claudio Mosca expresó: “Estamos dando un cierre a este tiempo en el cual hemos querido celebrar la comunidad a María, reconociéndola como madre de nuestro pueblo, como madre de nuestra ciudad. Siempre que nosotros celebramos en la vida de familia a nuestra madre, es una fiesta, una alegría, un gozo y un hermoso compartir, y creo que en este tiempo hemos tenido la oportunidad de encontrarnos en comunidad y de celebrar. Hemos iniciado nuestro itinerario con un hermoso encuentro en el Colegio Comercial, donde juntos los agentes de Pastoral pensamos y “nos pensamos” en el comunidad, en los servicios que hacemos en las presencias, las ausencias, lo que hemos caminado y lo que tenemos por caminar. Y juntos, hemos concluido en que debemos ser una Iglesia en salida, y no es repetir una frase del Papa Francisco, sino que ésta es la vocación de ser Iglesia, la vocación de ser una comunidad de bautizados. No para encerrarnos y quedarnos en el calor del encuentro entre nosotros sino porque tenemos una buena noticias y una alegría que queremos compartir con los demás. Hay muchos corazones heridos que necesitan del bálsamo, del consuelo, del alivio y de la fortaleza que vienen de Jesús. Y entonces nos sentimos llamados y enviados para ser una comunidad que anuncia, que testimonia, vive y celebra lo que escucha en la Palabra de Dios (…) Nuestra actitud debe ser siempre en salida, en éxodo, porque así es Dios, que está en salida yendo al encuentro de los hermanos”.
Añadió el sacerdote, que: “En este sentido, hemos querido salir con la imagen de la Virgen, y lo hemos hecho en muchas ocasiones y oportunidades a lo largo de este mes. Hemos salido en caravana testimoniando nuestra Fe recorriendo la ciudad en nuestros vehículos hasta la ermita que está en la Ruta rezando el Rosario. Y también con los niños queríamos expresar esta misma idea de que la Virgen es madre de todos, y con ellos también salimos en una bicicleteada, compartiendo un chocolate. Asimismo hemos querido recorrer nuestros barrios con la Virgen y llevarla a los lugares donde quizás no está tan presente, en la casa de nuestros vecinos, a pesar de la llovizna y el frío. Este recorrido lo hacemos en el convencimiento de una comunidad que sale, pero no sólo los catequistas o los agentes de Pastoral, sino todos nosotros debemos sentir la necesidad de ir al encuentro del hermano para llevar esta buena noticia. Por eso hoy, en esta Misa, algunos de ustedes recibirán la imagen de la Virgen para que visite los hogares hasta el próximo 8 de diciembre, en el que nos encontraremos para celebrar nuevamente a María”.
Enfatizó Mosca que: “Debemos ser una comunidad enviada, misionera, de salida. Que tenga muchos rostros, con el corazón abierto para acoger a todos (…) Cuántos hermanos nuestros, en nuestro pueblo, tienen necesidad de Dios, y caminan errantes sin encontrar un rumbo para ir al encuentro de quien puede darles la verdadera felicidad. Cuántos hermanos son el rostro de una comunidad que sufre, porque están enfermos, están tristes, están solos, y viven situaciones de problemas en la familia que nos dividen. Jesús quiere tocar el corazón de cada uno y quiere hacer suyo en dolor de cada hombre para sanar, aliviar, pacificar y reconciliar. El es el Buen Pastor que nos trae el consuelo y el alivio”.