Este jueves, los médicos de la Provincia de Buenos Aires volverán a parar por 24 horas, mientras que el martes y miércoles de la semana siguiente lo harán por 48 horas.
El disparador de la protesta será la ausencia del llamado a paritaria para discutir salarios y condiciones laborales de los médicos. Pero los reclamos no se agotan allí, sino que esto representa la punta del iceberg de un sistema sanitario en crisis: hospitales que se caen a pedazos, falta de insumos y médicos mal pagos configuran un cóctel en el que la Salud, que debiera ser prioridad, parece último orejón del tarro para las autoridades provinciales.
En la ciudad, el caso del Hospital de Niños Sor María Ludovica sirve para ilustrar lo que sufren los 80 centros de salud públicos: cortes de energía eléctrica sin reposición inmediata de los generadores, la reciente interrupción del suministro de oxígeno y repetidas inundaciones ponen en riesgo la evolución de los pacientes.