Lobos 24 Un nuevo concepto en información
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-La planificación familiar recae, por ahora, sobre el cuerpo de las mujeres ¿Miedo o prejuicio? Mitos derribados ante el método de anticoncepción masculina, que es menos invasivo y tomó impulso por un posteo viral. Los que se hacen cargo-.
La vasectomía es un método de anticoncepción quirúrgica masculino; una operación en los testículos: se ocluyen los conductos deferentes para impedir la presencia de espermatozoides en la eyaculación. Se trata, junto a la ligadura de trompas en mujeres, de un derecho amparado por la Ley 26.130 del año 2006 de Anticoncepción Quirúrgica. La ley dice que debe ser una intervención gratuita en el sistema de salud público.
Pese a que la ley la contempla, la práctica no es tan frecuente y es mínima en comparación con los métodos de anticoncepción que asumen las mujeres. Tan rara es que las últimas estadísticas del Ministerio de Salud de la Nación son de 2016. Y que, en el ámbito de la opinión pública, el relato de la experiencia de alguien que se la hizo se volvió viral y salió replicada, incluso, en diarios de toda América Latina, con el título “el argentino que contó su vasectomía”.
“Pongan los huevos sobre la mesa y háganse cargo, porque estas responsabilidades son compartidas”, escribió el cordobés Franco Giménez en las redes, y su posteo se volvió viral al contar su vasectomía. 37 años, separado, un hijo, decidió que no quería ser padre una vez más y quiso hacerse cargo de esa planificación: “Estamos acostumbrados a esperar que la responsabilidad de la planificación familiar y la anticoncepción estén a cargo de la mujer, sin tener en cuenta los riesgos de los métodos que ellas utilizan”, explicó en su cuenta de Facebook. Casi sesenta mil personas compartieron su mensaje.
¿Por qué sería importante que los varones se informen y empiecen a tener en cuenta la vasectomía? Mabel Bianco es médica, máster en Salud Pública. Dirige, además, la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM). Desde la década del 70, trabaja en género y salud, y dice: “Según los especialistas en reproducción humana en el mundo, es el método anticonceptivo del futuro. Es una forma de liberar a las mujeres de ser las responsables de la planificación familiar y, en casos de relaciones con más de una compañera, el varón protege a todas de embarazos no planeados”.
Bianco agrega al portal BORDER PERIODISMO: “ Si los hombres empezaran a hacérselas, sería un signo de evolución ya que perderían los temores infundados. Sería una demostración de que tienen sentido de igualdad de género”.
Cristian es miembro de Colectivo de varones desobedientes. Tiene treinta años. Cuenta su historia: “Después e incluso antes de tener al segundo, con mi pareja habíamos hablado de no tener más hijos. Para ello, acordamos que si se daba que tenía cesárea, ella se ligaría las trompas. Como no fue el caso y dio a luz por parto natural, entonces decidimos que el que se iba a intervenir sería yo”.
Cuenta también que su pareja es enfermera y eso ayudó porque le dio mucha información. “Para ligarse las trompas la intervención era más compleja que una vasectomía. Ella había dado a luz, estaba amamantando y trabajaba. Decidí hacerme la vasectomía como una forma de igualar las responsabilidades. Como, en lo personal, yo no quería tener más hijos a futuro, asumí mi deseo”. Cristian se la hizo en el sanatorio Los Arcos por medio de la obra social. Sacó turno con un urólogo de la cartilla, fue y resolvieron todo.
Cuando le comentó su decisión a sus amigos varones, Cristian recibió distintas respuestas: que usara preservativo y listo, que qué haría si se separaba y su posible futura pareja quería tener hijos, que qué pasaba si se arrepentía. También lo asustaban con que iba a doler. En síntesis: recibió un coro de mitos que circulan alrededor del procedimiento. Para combatir esos miedos, lo ideal es la información.
Cristian dice: “Miedo no tuve. Creo que son decisiones que hacen a la salud de uno, al cuidado de la sexualidad y al deseo que la alimenta. También creo que es algo que rompe con los esquemas de la época. Cada uno tiene el derecho y la libertad de decidir sobre su cuerpo, quizás algunos prefieran otros métodos, lo importante, me parece, es que tiene que ser una elección”.
Ahora hagamos una lista. ¿Cuáles son los mitos más grandes respecto a la vasectomía y cuál es la mirada médica? El médico urólogo Silva Garretón responde:
“Si te vasectomizás, quedás impotente”: FALSO. “La ligadura de los conductos deferentes no interfiere en el mecanismo de la función eréctil”.
“Te altera los niveles de testosterona”: FALSO. “La ligadura de los conductos deferentes no interfiere en la producción y niveles plasmáticos de testosterona”.
“Después no eyaculás”: FALSO. “La ligadura de los conductos deferentes disminuye una fracción prácticamente imperceptible del eyaculado, que son los espermatozoides y el liquido epididimario y deferencial. El 95% del plasma seminal restante no es alterado, por lo que no se perciben cambios del volumen eyaculatorio”.
“Después te va a quedar un dolor testicular siempre”. FALSO. “No es una complicación frecuente, sobre todo si se realiza la técnica ‘sin bisturí’”.
“Hay chances de que vuelvan a aparecer espermatozoides”. FALSO. “El fallo anticonceptivo es sumamente infrecuente, con una tasa de alrededor del 0,05% (es decir, una chance de que ocurra de 1 en 2.000)”.
“Nunca más vas a poder tener hijos” . FALSO. “La ligadura de los conductos deferentes no interfiere en la producción de espermatozoides en el testículo. En caso de arrepentimiento, u alguna otra razón que devuelva el deseo de paternidad, se puede realizar una biopsia testicular y recuperar espermatozoides directamente del testículo para ser utilizados en un tratamiento de reproducción asistida o, de estar indicado acorde a cada caso, se puede intentar volver a unir los cabos y restituir el transito del conducto deferente“.
La pastilla anticonceptiva masculina por ahora es noticia de lo que vendrá. En estos días, los titulares los ocupa la dimendrolona undecanoato o DMAU. Lejos todavía de la venta en farmacias. Mabel Bianco dice: “No veo por ahora cambios importantes en la conducta sobre quién es responsable por tener o no hijos. Las discusiones sobre el feminismo no llegan entre los adolescentes y jóvenes a estos temas de la reproducción. Aun no se ve. Debemos pensar en por qué no se hace suficiente hincapié”.
