En la tarde de hoy, 1º de mayo, tuvo lugar en la Capilla San Cayetano la Misa por el Día del Trabajador, celebrada por el Párroco Claudio Mosca. Como sucede todos los años, tanto para esta fecha como para San Cayetano, el templo lució colmado de fieles, no sólo del barrio, sino de distintos puntos de la ciudad, para compartir la Palabra de Dios.
Tras la lectura del Evangelio según San Mateo, en su Homilía, el sacerdote expresó: “El trabajo es algo bueno, sin embargo, algunos chistes que veo a veces son muy reveladores, pensando en que el trabajo es una tarea ardua, “y si podemos vaguear, mejor”. Y yo quiero decirles hoy que cuando trabajamos, somos más plenamente hombres, más plenamente humanos. El trabajo nos hace ser hombres libres. Cuando yo no trabajo y dependo de otro que me mantenga, mi voluntad y mi decisión, penden que aquel que me hace la gauchada de mantenerme. Y entonces dejo de pensar y de decidir por mí mismo, y me vuelvo un repetidor del pensamiento de otro, lo cual me anula. Dejo de ser yo. En cambio, cuando yo me gano el pan con mi esfuerzo, ya no dependo de nadie, los pensamientos son míos, los digo y los ejerzo desde la libertad”.
Prosiguió el Padre Claudio diciendo que: “No trabajar, o no tener la libertad de decidir sobre mis pensamientos y mis acciones, no es nada bueno. El trabajo nos hace libres, nos permite obrar y decidir por nosotros mismos. También nos tiene que ayudar a descubrir una dimensión solidaria, porque aún cuando el trabajo reditúe, siempre lo hago en beneficio de otro (…) Me hace salir de mí mismo para ir al encuentro del otro. Y entonces cuando yo trabajo y lo hago bien, también es provechoso para los demás. Ser justo, honesto, cobrar lo necesario, ayuda a crecer a toda la sociedad. Entonces, además de hacerme libre, el trabajo me hace solidario. No debemos perder la dignidad, la verdad y la justicia nos hacen dignos, aunque estos valores hayan perdido crédito, aún cuando esas palabras parecieran estar en desuso. Nuestro tiempo no es fácil para el trabajo, ustedes lo saben porque pelean el mango día a día y tienen que parar la olla”.
“Queremos trabajo, y le pedimos a Jesús que ablande el corazón de aquellos que tienen la posibilidad de revertir la falta de empleo, que Jesús toque en corazón de quienes deben tomar decisiones. Principalmente que los jóvenes tengan la oportunidad de trabajar, para que no vean un futuro oscuro que empuja a cosas que no son buenas, y empujan a salidas que no son buenas”, enfatizó el religioso.
Posteriormente bendijo herramientas y elementos de trabajo que le entregaron los asistentes.
Luego de la Misa, tal como estaba previsto, se realizó un festival artístico y musical, que contó con muy buena respuesta de público a pesar de las condiciones climáticas desfavorables.