-Los especialistas en Alimentación del Hospital de Clínicas aconsejan ajustar el ojo a la hora de comprar alimentos para mantener la variedad en las comidas-.
Comprar alimentos puede ser un desafío, especialmente si el presupuesto es limitado. «Las carnes y los quesos son los primeros alimentos que uno deja de comprar cuando los precios suben», expresó la licenciada María Emilia Sanzberro del departamento de Alimentación y Dietética del Hospital de Clínicas. «Para ajustar la dieta al bolsillo se necesita planificar con tiempo y administrar el dinero correctamente. Nuestro ideal es consumir alimentos ricos, fáciles de preparar y nutritivos sin inconvenientes», comenzó explicando.
«En el mercado existen primeras y segundas marcas, unas suelen ser más caras que las otras. Sin embargo, el valor nutricional de los alimentos es el mismo. La distancia de precios responde a estrategias de marketing. Eso se ve mucho en leches, yogures y quesos, por ejemplo. Sin embargo, desde su valor nutricional aportan la misma cantidad de calcio, que es lo que consideramos fundamental para una correcta alimentación», puntualizó la especialista.
Una alimentación saludable debe incluir a lo largo del día vegetales, frutas, legumbres como lentejas y porotos, cereales como arroz o pastas, lácteos como la leche, yogures, quesos, carnes y huevo. «La falta de asesoramiento te lleva a elegir comidas rápidas, que además de costar dinero no son saludables», asegura Sanzberro y explica que es bueno conocer distintos cortes de carne vacuna y de pollo, «para dejar de lado los más caros y elegir otros más baratos e igual de sabrosos».
Para lograr una dieta balanceada y adecuada al bolsillo «hay que buscar estrategias: comprar productos que puedan almacenarse por largos periodos de tiempo, cocinar porciones justas para que no sobre (y así no tener que tirar comida) y planificar los platos de la semana, para que la lista del supermercado este acotada en alimentos que se necesiten sin comprar productos de más».
Las comidas elaboradas en casa son más económicas y saludables «siempre que se controle el uso de sal agregada en su elaboración» y es fundamental el acompañamiento de vegetales tanto en el almuerzo como en la cena.
«Una buena opción a la hora de incorporar verduras, es comprar aquellas que sean frescas y de estación. Sabiendo elegir, podés hacerte tu ensalada y no recurrir a las que se compran preparadas. Aparte de ser más caras, tiene más sodio, que es lo que les permite conservarse por más tiempo», aconsejó la profesional.
En verano se puede encontrar mejor oferta en acelga, berenjena, cebolla, chaucha, choclo, pepino, ajíes, tomate y zapallito.
Durante el invierno es buena época para comprar batata, berro, brócoli, coliflor, remolacha, repollo, zanahoria, zapallo y papa. Además, se deben ingerir cítricos, como naranja, mandarina o pomelo.
«En el caso de repetir comidas durante la semana, lo aconsejable es sumar nutrientes a esos platos. Se puede consumir dos veces pastas pero hay que variar la elaboración. En vez de hacerlos siempre con salsa, probar agregándole otros nutrientes como vegetales, carne y pollo», concluyó Sanzberro.