Desde hace varias semanas, tanto los frentistas como quienes deben transitar a pie por la calle Rivadavia (entre Salgado y 9 de Julio), deben soportar una “invasión” de tordos, estas aves características de nuestra zona, que buscan refugio en árboles de la citada calle, dejándola intransitable, llena de excrementos. Además del olor nauseabundo, todo ello es foco de transmisión de enfermedades, porque no se puede estar baldeando la vereda a cada rato. Es algo parecido a lo que pasaba en la calle Ayacucho (también entre Salgado y 9 de Julio), hasta que se resolvió podar los árboles de la cuadra, que no sabemos si es la mejor solución. Toda esa cuadra, en pleno centro de Lobos (donde está la Biblioteca Capponi y el Banco Santander), presenta un aspecto de suciedad y un hedor insoportable como consecuencia de estos pájaros
Cabe destacar que los tordos no construyen nidos, sino que depositan sus huevos en los de otras especies.
En una entrevista de 2013, la actual concejal Laura Egli, integrante del CEA (Centro de Estudios Ambientales), y Daniel Ferni –también del CEA- nos comentaban lo siguiente:
“Nosotros llamamos a varias empresas que se dedican al control de plagas y nos hablaron por ejemplo del sistema de ultrasonido, y nos brindaron varias alternativas para evitar una poda tan drástica (…) Después de un mes de que la gente se cansó de ese olor nauseabundo con los vecinos baldeando las veredas, lo que pedíamos era que pasaran los barrenderos con agua y cloro, de hecho se juntaron firmas y se entregaron la semana pasada, no sólo de la cuadra de Ayacucho entre Salgado y 9 de Julio, sino hasta la zona del Registro Civil, por allí también es nauseabundo el olor. Tanto tordos como golondrinas son aves migratorias, es decir que no están todo el año. Nosotros consultamos a un ornitólogo y nos dijo que los tordos se alimentan de granos, por tal motivo hay que entender cuáles son las épocas de cosecha y siembra donde pueda haber alimentos para estos pájaros”, añadió Daniel Ferni.
“Talar todo el pueblo es más caro que hacer el control de plagas, porque las aves siempre van a estar. Los pájaros se alimentan en el campo y vienen a la ciudad a guarecerse porque están más protegidas de las aves de rapiña. Vienen a dormir, entre las 19 y las 20 hs., de manera que esto se puede prevenir porque sabemos a qué hora llegan al pueblo. Por supuesto que para una empresa de control de plagas empiece a trabajar hay que preguntar precios, pero talar toda la ciudad tiene un costo mucho más alto, no sólo económico sino también ambiental. Nosotros desde el CEA no vamos a permitir que sigan siendo extremistas, y que nos digan que es la única solución. Hay que asesorarse con gente que sepa y trabajar en un control integral del problema”, sostuvieron ambos.
Daniel Ferni, por su parte, concluyó afirmando: “El año pasado hubo un compromiso del Municipio de que iban a lavar las veredas una vez por semana y no lo hicieron, iban a hacer un control de plagas y tampoco lo hicieron. Ahora corremos riesgo de que las especies se sequen. No puede ser, pasó un año y tenemos la misma pelea. Cuando llegue el próximo verano, si seguimos así, no vamos a tener sombra. El municipio tronchó árboles, violando la Ordenanza que se votó el año pasado (2012). Con ese criterio, eso le da derecho a cualquier vecino a hacer lo mismo con los árboles que le molestan en el frente de su casa. Los pájaros se anidan a partir de determinada altura, por eso habíamos acordado con la Comuna cortar las ramas sólo dos metros, sin perjuicio para los vecinos o para el medio ambiente”.