Joanna Picetti, la diputada electa por Cambiemos que fue vetada por la Justicia por presunto maltrato a sus hijos, intentó ingresar a la Cámara baja acompañada por un escribano para jurar su banca, pero personal de seguridad le bloqueó el ingreso.
Tras el incómodo episodio, la funcionaria de Aysa se retiró del Congreso, no sin antes labrar un acta para dejar constancia sobre lo sucedido.
Resistida por sus propios pares del oficialismo, Picetti había sido excluida de la lista de candidatos a diputados nacionales de Vamos Juntos producto de un fallo en primera instancia de la jueza María Romilda Servini de Cubría, pero la sentencia fue apelada por la acusada Cámara Nacional Electoral, que tiene en sus manos la resolución de esa banca. Como todavía no hay una sentencia firme que avale la impugnación, tampoco pudo jurar un reemplazante de Picetti.
En caso de que el tribunal ratifique lo actuado por Servini y haga lugar al pedido del fiscal federal Jorge Di Lello, que recomendó rechazar la apelación, el subsecretario de Justicia porteño, Jorge Enríquez, será quien finalmente asuma por el escaño.
La banca que está en disputa era la última de las ocho que sacó en los comicios del 22 de octubre pasado la lista de Vamos Juntos encabezada por la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió.
Ese lugar había sido ocupado por Picetti hasta después de las PASO del 13 de agosto pasado, cuando la CC la impugnó por inhabilidad moral, tras conocer denuncias en su contra por maltrato infantil.
En el fallo que la desplazó, Servini había determinado que su lugar fuera ocupado por Enríquez, pero la candidata Patricia Holzman, que se ubicaba once en la nómina, hizo otra presentación para quedarse con la banca, con el argumento del cupo femenino.
Ese pedido fue rechazado y se ratificó al subsecretario de Justicia porteño para asumir, pero eso no sucederá hasta que la Cámara defina la presentación de Picetti.
Si la decisión de los camaristas fuera la de habilitar a Picetti, ella podrá jurar y asumir la banca: en ese caso, Cambiemos podría insistir con su exclusión, para lo cual precisaría de una mayoría de dos tercios de la Cámara.
(Fuente: Perfil)