Entre la 1:40 y la 1:55 de la madrugada, la Cámara de Diputados tomó una decisión que hará historia y convirtió en ley la paridad de géneros para las listas legislativas nacionales. La norma se aplicará desde las elecciones de 2019, cuando las boletas deberán quedar conformadas por candidatos varones y mujeres intercalados.
La iniciativa no era parte del temario, por lo que fue necesaria una estrategia coordinada entre varios bloques e implementada transversalmente por casi la totalidad de las mujeres presentes en el recinto y buena parte de los varones. La diputada de Libres del Sur Victoria Donda fue quien pidió un apartamiento del reglamento, resistido primero por Cambiemos. Los varones oficialistas se pararon de sus bancas, amagando con restar quórum para evitar el debate de la ley.
La radical Karina Banfi cuestionó con dureza la estrategia, aunque anunció que si el presidente de la Cámara, Emilio Monzó, la sometía a votación, su bloque la acompañaría. “No me queda otra”, respondió el diputado antes de habilitar el tratamiento del tema.
Tras conseguir el apartamiento del reglamento (a pesar del rechazo de 22 varones y una mujer de Cambiemos; y dos varones y una mujer del bloque santiagueño), se votó finalmente la ley. Tuvo 168 votos a favor, 4 en contra (de los cambiemistas Nicolás Massot, Pablo Torello y Héctor Roquel; y de Pablo López, del Partido Obrero), y una abstención, de la santiagueña Graciela Navarro.
En octubre del año pasado el Senado aprobó el proyecto de ley de paridad de género en las listas electorales con 57 votos a favor y 2 en contra, por lo que fue girado a la Cámara de Diputados. A fines de noviembre el interbloque Cambiemos en Diputados resolvió no impulsar el tratamiento de la ley en medio de la presión de diputadas de distintos bloques opositores para avanzar con esa discusión. Fue en septiembre de este año cuando la Cámara de Diputados dictaminó a favor del proyecto de paridad de género en las listas electorales, que ya contaba con media sanción del Senado.