El 1o de novembre de 1834, nació José Herández, autor del «Martín Fierro»: además de poeta y escritor, fue político, periodista y soldado, activo militante del federalismo provinciano, y en su honor se recuerda el Día de la Tradición. Combatió en las batallas de Cepeda y Pavón en el bando de la Confederación Argentina, y en las filas de Ricardo López Jordán en defensa de la provincia de Entre Ríos contra la ocupación porteña.
Fue diputado y senador bonaerense, defendió la federalización de la ciudad de Buenos Aires en un memorable debate con Leandro N. Alem, y fue también senador nacional, impulsando la creación del Club Industrial y la sanción de una legislación proteccionista que alentara la industrialización nacional.
Comenzó a leer y escribir a los cuatro años y luego asistió al colegio de don Pedro Sánchez.
Inició su labor periodística en el diario «El Nacional Argentino», con una serie de artículos en los que condenaba el asesinato de Vicente Peñaloza. En 1863 estos artículos fueron publicados como libro bajo el título «Rasgos biográficos del general Ángel Peñaloza».
En el orden legislativo se desempeñó como diputado, y luego, como senador de la provincia de Buenos Aires. Tomó parte activa con Dardo Rocha en la fundación de La Plata y, siendo presidente de la Cámara de Diputados, defendió el proyecto de federalización por el que Buenos Aires pasó a ser la capital del país.
En 1869 fundó el diario «El Río de la Plata», en cuyas columnas defendió a los gauchos y denunció los abusos cometidos por las autoridades de la campaña. También fundó el diario «El Eco» de Corrientes, cuyas instalaciones fueron destruidas por adversarios políticos. Colaboró además en los periódicos «La Reforma Pacífica», órgano del Partido Reformista, «El Argentino», de Paraná y «La Patria», de Montevideo.
En el orden militar actuó en San Gregorio, en El Tala e intervino en las batallas de Pavón y de Cepeda. Luchó además junto a López Jordán en Entre Ríos.
Debido a los continuos enfrentamientos civiles durante los años «50 y «60, se vio obligado a viajar y trasladó su residencia a menudo. Vivió en Brasil, en las provincias de Entre Ríos y Rosario de Argentina y en Montevideo (Uruguay). En 1870, al fracasar una revolución, tuvo que volver a Brasil. Dos años después, gracias a una amnistía que paró la violencia, pudo volver al país.
El 28 de noviembre de 1872, el diario «La República» anunció la salida de «El Gaucho Martín Fierro» y, en diciembre, lo editó la imprenta La Pampa.
Este poema de género gauchesco se convirtió en la pieza literaria del más genuino folclore argentino y fue traducido a numerosos idiomas.
El libro es considerado la culminación de la llamada «literatura gauchesca» y es una de las grandes obras de la literatura argentina. En él, Hernández rinde homenaje al gaucho, quien aparece en su ser, en su drama cotidiano, en su desamparo, en sus vicisitudes y con sus bravuras.
Su inesperado éxito entre los habitantes de la campaña lo llevó en 1879 a continuarlo con «La vuelta de Martín Fierro», edición ilustrada por Carlos Clérice.
En 1881, publicó su obra «Instrucción del Estanciero». El 21 de octubre de 1886 murió en su quinta de Belgrano. Sus últimas palabras fueron: «Buenos Aires… Buenos Aires…»
El Martín Fierro narra la incorporación forzada del protagonista al ejército, la huida y su amistad con Cruz. Todo el poema está impregnado de denuncia social y encierra grandes verdades políticas como la falta de educación, la mala organización judicial y militar, la deficiencia de la policía rural y, sobre todo, un profundo resentimiento de la clase popular de campaña contra las clases urbanas. El lenguaje del libro es un claro exponente del habla rural.