Lobos 24 Un nuevo concepto en información
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En diálogo con LOBOS 24, el Dr. Facundo Fernández, reconocido abogado de nuestro medio, dio su punto de vista al afirmar: “Lo que hay que hacer, es reconocer que tenemos un grave problema con la minoridad, en el marco del Régimen Penal Juvenil. Es un régimen viejo y caduco, la Justicia se ve sobrepasada ante la problemática que existe con los menores desde hace muchos años, por lo cual considero que debería hacerse un proyecto de reforma. En el mismo, se debería controlar mucho más a los chicos que están en situaciones complejas, y por otro lado, hace falta mayor presupuesto. Hay que modificar el Régimen para quitarle trabajo a los Juzgados que se ven colapsados, para que esto no suceda es necesario hacer un seguimiento de los menores más exhaustivo, pero no en el ámbito de la Justicia, sino creando instituciones intermedias y fortaleciendo una red de contención, para que los menores no lleguen a delinquir. Cada vez van quedando menos Centros de Prevención de Adicciones (CPA) en la Provincia (el de Lobos aún funciona), y la dependencia a las drogas es un problema serio”.
Añadió el letrado que: “Una vez que los menores llegan a la Justicia, no deberían ser un número en un expediente, sino que deberían ser controlados, pero que no sean únicamente las psicopedagogas o asistentes sociales quienes aborden esta situación. El Estado debe tomar el toro por las astas en varios sentidos, en principio, apoyando a las instituciones. Hay que brindar más estímulo a los clubes, porque el deporte fomenta valores contra la droga y la delincuencia. Los chicos se insertan socialmente, lo mismo que las bibliotecas populares, los centros de estudio, etc. Cuando vemos que un niño empieza a frecuentar el submundo de la droga, el Estado debe actuar, porque el paso que sigue es la delincuencia”.
Y enfatizó Fernández que: “Hoy por hoy, los Institutos de Menores en la Provincia están desbordados, son escuelas de perfeccionamiento de problemas, lo mismo que las cárceles, es decir que los menores y los adultos no salen en mejor condición luego de su paso por estos lugares. En vez de atacar la causa, se ataca el problema, se reprime a los menores, lo cual no digo que esté mal. Se los saca de la sociedad para que después se reinserten. Lo que ocurre es que este objetivo nunca se logra. Venimos de muchos años de desidia, por lo cual no le voy a echar la culpa a este gobierno, sino al Estado Provincial. Basta con leer el Art. 18 de la Constitución, las cárceles distan mucho de ser “sanas y limpias”, por ejemplo”.
“No debe haber una mirada represiva ni tampoco judicial. Tiene que haber una mirada social, psicológica. Por otra parte, cada tanto aparece el debate sobre la baja de imputabilidad a los menores, lo cual es estéril, porque Argentina ha suscripto a la Convención de los Derechos del Niño, el cual tiene rango constitucional. Vamos a ser claros: un menor adulto (por ejemplo de 17 años), va a estar en un Instituto de Menores, y si la pena lo excede, y cuando cumpla 18 el juez lo va a enviar a terminar su condena en una cárcel común”.
Para finalizar, cabe recordar en que septiembre de este año, el Ministro de Justicia y DD. HH, Germán Garavano, dijo a la agencia Télam que: “El proyecto (de reforma) está terminado en su primera versión, después de un año y medio de trabajo y en los próximos 15 días habrá reuniones con los ministerios involucrados para terminar de ajustar detalles”.
Consultado sobre la letra chica de esa primera versión, Garavano indicó que “para penas mayores de 24 años”, la edad que están proponiendo es de “14 años”, y para “delitos muy graves -con penas mayores a 15 años-, la edad de imputabilidad sería de 15 años”.
Sobre los plazos, sostuvo que si hay consenso el proyecto será enviado al Congreso en los próximos días (transcurridas ya las elecciones), si no hay acuerdo entre las principales fuerzas políticas.
