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¿Qué fue del Plan Conectar Igualdad después del kirchnerismo?

Más económico pero menos nacional. Así es la versión 2017 del plan Conectar Igualdad, que luego de un período de transición volvió a tomar fuerza en mayo con las entregas de netbooks a estudiantes de colegios secundarios. En el interregno, el hermetismo sobre el futuro del proyecto fue total pero, aun así, se puede dibujar una radiografía del programa que, a simple vista, presenta cambios con la versión anterior.

 

Primer dato saliente: el organismo encargado de su implementación ya no es más la Anses sino Educ.ar, una sociedad del Estado que depende del Ministerio de Educación. El traspaso de un organismo a otro (según el gobierno, “para articular mejor este programa con otros proyectos de tecnología educativa”) incluyó despidos en el área y estuvo acompañado por la preocupación de sectores vinculados al movimiento de software libre de que el Estado abandonara el menú de doble booteo. Sin embargo, esta opción—si es que existió— fue descartada, según confirmó la máxima autoridad del área. “Las netbooks seguirán incluyendo el doble booteo con Windows y Huayra tal como se viene realizando hasta ahora”, explica Guillermo Fretes, titular de Educ.ar.

 

Desde sus inicios en 2010, el proyecto ya otorgaba la opción de elección de sistema operativo. De hecho, el stock de netbooks que el Estado estuvo entregando hasta hace poco incluía Windows 8.1 y Huayra 2. ¿Cuál es la novedad? Que a partir de este año los equipos van a venir con Windows 10 y Huayra 3 (GNU/Linux Huayra basado en Debian 8 para 64 bits), según confirmó uno de los encargados del programa. En la nueva tanda de netbooks se reemplaza el disco mecánico por uno de estado sólido (uneMMC/M.2de120GB).

 

Los proveedores, en su mayoría, seguirán siendo los mismos que acompañaron el último tramo de la gestión anterior: Newsan, BGH, Novatech y Agen S.A. (empresa de Eduardo Wasi, dueño de Dinatech). La licitación fue liderada por la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS). “A pesar de ser un producto de similares características al anterior, los equipos presentan algunos cambios”, explica Fernando Villanueva, gerente de Informática de Grupo Newsan. “Esta versión cuenta con una pantalla más grande — en el modelo anterior era de 10,1 pulgadas, hoy es de 11,6— y tiene un procesador superior.” De un Celeron N2808 Bay Trail se pasó a un Celeron N3010 Cherry Trail, un chip de Intel con mayor performance gráfica.

“Hemos mejorado el proceso de compra, llevando el precio promedio de US$ 500 por netbook a US$ 233 aproximadamente, sosteniendo el ensamblado local. Es decir, hemos generado un ahorro superior al 50 por ciento”, asegura el titular de Educ.ar. De manera similar se expresó el jefe de Gabinete, Marcos Peña, que en su informe a la Cámara de Diputados a fines de mayo habló de “sobreprecios” durante la anterior gestión.

 

No todos comparten esta mirada. Vladimir Di Fiore, ex jefe del Centro Nacional de Investigación y Desarrollo de Tecnologías Libres (Cenital), encargado del desarrollo de Huayra Linux, argumenta en conversación con INFOTECHNOLOGY que los mejores precios para 2017 se obtuvieron limitando el alcance de las garantías.

 

“Parte del problema de los costos es que esas máquinas salían con un seguro bastante importante. En los últimos años, esta garantía se había modificado de manera tal que las netbooks con problemas se repararan sin darle espacio al proveedor para que hable de un ‘mal uso’ por parte del estudiante y eso, naturalmente, subía el costo de los equipos”, dice Di Fiore.

 

Durante el gobierno anterior, parte del aumento de los costos (y de las demoras en las entregas en las netbooks) tenía que ver con que ante cada nueva licitación a los proveedores se les exigía que fueran agregando algún desarrollo local nuevo. El camino ahora parece ser el inverso. “El nuevo pliego dejó de exigir un alto porcentaje de componentes de origen nacional, por lo cual las baterías, los cargadores, los cables de alimentación, las memorias, las carcasas plásticas, pasaron a ser importados”, explica Villanueva. “También hay una reducción en el costo de fabricación debido a que el nuevo pliego no exige que la placa madre sea de origen local.” A esto hay que agregar que la empresa pudo pasarla oferta en pesos a dólares.

 

Desde Newsan confirman que el período de servicio técnico de los productos se acortó de 24 a seis meses y que la nueva versión de los equipos no cuenta con placa sintonizadora de TV, como sí tenían los modelos anteriores. Así y todo, el representante de la empresa asegura que la principal causa de la baja del precio está relacionada con la eliminación del arancel de importación del 14 por ciento promedio a los componentes para fabricación, resultado del decreto 117/17.

 

 

Sea como fuere, y como siempre se encargan de subrayar los expertos en tecnología, un programa “una computadora por chico” (one laptop per child) implica mucho más que entregar netbooks: es un plan de integración de TIC que reúne elementos a menudo dispersos (infraestructura, equipamiento, conectividad, producción de software educativo, capacitación docente) en una política de Estado. Y en ese sentido, si bien la continuidad del programa es una buena noticia, aún queda mucho por delante.

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Un comentario

  1. Es obvio que si lo compramos importado el valor del mismo seria menor. pero menos es el trabajo nacional generado en esos equipos, lo que lleva a la suspencion de procesos de fabricación local, produciendo una baja en la producción y seguramente en el empleo de muchas empresas que tenían como soporte el programa conectar igualdad. atreviéndome a decir que favoreciendo a alguna empresa china que seguramente le compran todo lo que ya no se produce acá

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