-No repuntan ventas en supermercados, almacenes y autoservicios. Esperan mejoras en junio por paritarias. Analistas ya proyectan otro año con caída del consumo-
LOBOS 24 realizó una serie de notas días atrás a referentes locales de Cambiemos, quienes afirmaban una recuperación en la economía. Sin embargo, datos preocupantes están comenzando a circular, más allá de la recesión que uno percibe todos los días. Las expectativas que el Gobierno tenía de ver un repunte del consumo masivo a fines del primer semestre no se cumplirán. Con los datos de mayo que ya anticipan algunas consultoras, el cierre de los primeros seis meses del año mostraría una contracción mínima de 4%. Y si bien es demasiado pronto para hacer proyecciones anuales, el consumo debería crecer fuerte en la segunda parte del año para no cerrar también en baja, como el año pasado.
La pregunta es cómo hace un jubilado, que cobra un haber mínimo de 6.700 pesos (aprox.), y no tiene la ayuda de su familial, para alimentarse, vestirse y comprar la medicación que seguramente necesita. Hablamos de lo básico, imposible darse algún «gusto», como una salida a cenar.
El diario El Cronista Comercial elaboró un completo informe, que entre otras cosas sostiene:
El director de la consultora Kantar WorldPanel, Federico Filipponi, adelantó que si bien en el primer trimestre la merma había sido del 2%, en abril trepó a 7% y los números preliminares de mayo indican que la caída oscilaría entre 4% y 5%. «Lo preocupante de eso es que ya deja un piso del segundo trimestre de 4% de contracción y lo mismo para el semestre, por lo que deberíamos crecer 4% para quedar en cero en el año», aseguró el directivo.
A su vez, la consultora Scentia también viene reflejando números pocos alentadores. La firma comunicó hace algunas semanas que en abril, el consumo masivo cayó 4,9%, por lo que el acumulado del cuatrimestre da una baja de 5,2%. Todavía no tiene confirmados los números de mayo, pero la expectativa es que ronde un número similar al proyectado por Kantar. El dato sorprende, ya que en mayo de 2016 el consumo había bajado fuertemente, por lo que la base de comparación era muy baja. Por eso, se esperaba un número más auspicioso.
La pérdida del poder adquisitivo de la población sufrida el año pasado por paritarias que cerraron, en promedio, 7 puntos por debajo de la inflación provocó en los consumidores cambios de hábito de consumo más conservadores y los obligó a recorrer mucho más distintos comercios en busca de mejores precios. Las segundas marcas comenzaron a ganar protagonismo, así como los locales mayoristas.
Según Kantar WorldPanel, hoy la compra en estos comercios representa entre 8% y 10% del total del gasto de un hogar, cuando hasta hace unos años era de 4%.
Además de que esos puntos de salario real perdidos no se recuperaron, el ajuste de tarifas concretado durante el primer trimestre del año reconfiguró la estructura de gastos de las familias y obligó a los consumidores a cuidar mucho más su economía.
«Los hogares están consumiendo menos de productos muy básicos: leche, mayonesa, gaseosas. Controlan mucho más el ticket y abandonan los productos prescindibles. De lo básico, buscan reemplazos. Es por eso que, por ejemplo, las infusiones no perdieron terreno», aseguró Filipponi.
Desde las cadenas de supermercados también esperan que la situación comience a mejorar a partir de ahora.
Algunas medidas que están tomando las cadenas con algunos bancos podría impulsar en algo las ventas, como por ejemplo la promoción que lanzó el Banco Provincia para ofrecer, una vez por mes, un descuento del 50% con tope de devolución de $ 1500 para todas las compras con tarjeta de crédito y débito en los supermercados Coto, Walmart, Toledo, Nini, Changomás. Quedarán excluidos los electrodomésticos.