Días atrás, se conoció una noticia que dejó en shock a cientos de personas en Argentina. Es que un sindicalista fue envenenado con radiación, a través de una botella de agua. En Twitter, Atucha fue Treding Topic (el tema más popular).
Según una nota de Ámbito, Damián Straschenco, secretario adjunto del gremio de Luz y Fuerza de Zárate y trabajador del cental nucluear de Atucha, fue envenenado con material radiactivo, que fue puesto en una botella de agua que tenía dentro de la oficina del sindicato, en las instalaciones de la compañía. El caso quedó caratulado como «intento de homicidio».
Se trata de un hecho inédito en la Argentina. Según trascendió, el episodio produjo el 9 de mayo en la empresa, bajo control de la estatal Nucleoeléctrica. Ese día, mientras Straschenco se retiraba de su lugar de trabajo, los detectores colocados en los portales de la compañía dispararon una alarma que daba cuenta de un grado hasta entonces no determinado de radiación.
El gremialista le dijo a Ámbito que el nivel de radiación hallado en su cuerpo «oscila entre 130 y 180 milisieverts, cuando la medida máxima tolerada para un trabajador expuesto a la actividad del reactor nuclear es de 20 milisieverts por año».
El trabajador, según consignaron en la nota que destapó el caso, fue sometido a «una asistencia médica de protocolo para poder eliminar lo más rápido posible lo que se pudiera de la radiación».
El dirigente admitió no tener sospechas respecto de la autoría del atentado. Explicó que en la planta trabajan unas 1.600 personas referenciadas en cuatro sindicatos, entre los que se encuentra Luz y Fuerza de Zárate, al que están afiliados 350 operarios.
«No hay dudas de que es un hecho malevolente, deliberado, aunque no podemos saber si fue o no un atentado», expresaron desde la Justicia federal, desde donde se investiga el episodio.
Por fortuna, la radiación no llegó a dañar la salud de Straschenco, aunque regularmente debe realizarse estudios médicos. «Estoy bien. Se me hizo un tratamiento médico para eliminar la radiación que incorporé. Me hacen controles periódicos y mediciones para ver cómo evoluciona esto», contó el dirigente de Luz y Fuerza, quien presentó una denuncia penal en el juzgado de Zárate por «tentativa de homicidio».
De acuerdo con la investigación en el complejo, el elemento que ingirió Straschenco desde su botella personal se trató de «agua pesada», un material que modera la fisión adentro del reactor.
La pregunta de fondo es cómo llegó el tóxico a la oficina del sindicalista. Tanto para las autoridades de Atucha como para la víctima no hay dudas de que se trató de un hecho intencional.
En las redes sociales, esta grave situación se viralizó y los cibernautas se mostraron conmocionados por el episodio que no tiene precedentes en Argentina y marca un antes y un después en las cuestiones nucleares del país.