Lobos 24 Un nuevo concepto en información
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En la mañana de hoy, se realizó este evento que se ha dado en llamar “Bicicleteada por la Vida”, con la participación de distintos alumnos del Nivel Secundario. Los jóvenes partieron de la Casa de retiros de los Padres Pallottinos en Empalme, y realizaron un recorrido que culminó con una concentración frente al Templo Parroquial.
En diálogo con este medio, el Padre Claudio Mosca, sostuvo: “Esta es una celebración que se hace todos los años, el 25 de marzo, pero aquí en Lobos la hemos trasladado a una fecha más conveniente porque no nos daban los tiempos para organizarlo. Hace referencia a un acontecimiento religioso y a un Ley. El acontecimiento religioso es la encarnación de Jesús en el vientre de María, por lo tanto el día en Jesús se gesta en la Virgen, celebramos el don de la vida. Y nuestro país hace unos cuantos años, declaró a favor de la vida una Ley de los Derechos del Niño por Nacer. Por tal motivo, estos dos puntos dan motivo al evento de hoy”.
Añadió el sacerdote que: “En cuanto a los alcances de esta bicicleteada, es una proclamación pública de nuestra vocación por la vida, en todas sus etapas, desde la concepción hasta la muerte natural. Como mencioné antes, creemos que la vida es un don y hay que respetarla y valorarla. Esta actividad de hoy, que es recreativa, tiene un contexto especial. Vivimos en momentos complejos, en los cuales hay un menosprecio por la vida del otro, como si tuviera un valor relativo, como bien lo dijo el Papa vivimos en la cultura del descarte. Algunas personas se creen con el derecho de aniquilar vidas en nombre de la paz o en nombre de Dios, como vemos a diario en las noticias”.
Asimismo, enfatizó que: “El aborto siempre es algo negativo, porque es algo que daña al niño por nacer y a su madre. Definitivamente siempre es así. Es verdad que es atroz la vejación de una mujer que es violada o sometida a un abuso sexual, y muy traumático llevar en su vientre un bebé que no es deseado. Pero no es menos traumático recurrir al aborto, y que sea esa criatura quien deba pagar los platos rotos. Ese es el punto, que nunca pensamos en la víctima, ni en la mamá ni en el bebé”.
“Vivimos en una cultura del descarte, en la cual vos valés en tanto y en cuanto producís, en tanto y en cuanto rendís, y es una preocupación que está en muchos pastores, no solamente de la Iglesia Católica, sino en aquellos de otros credos que animan y conducen comunidades eclesiales. No se puede considerar a la persona como un objeto”, concluyó el Párroco.
