LOBOS 24 conversó con dos veteranos de nuestra ciudad que, en muchos casos para cerrar un ciclo y heridas abiertas, decidieron regresar a Malvinas, hace casi 10 años.
Uno de ellos es Fabián Cervela, quien ante todo, nos manifestó su pensamiento sobre los acuerdos que pueda haber entre Argentina y el Reino Unido: “Lo más significativo es la posibilidad de que los héroes muertos en Malvinas puedan ser identificados mediante el ADN, seguramente todo los que tiene que ver con las relaciones diplomáticas será muy duro, y es independiente del Gobierno que esté”.
Luego, Fabián nos comentó: “Yo viajé a Malvinas en 2008 junto con Marcos Rossi, estuvimos una semana, que es el tiempo que se puede estar porque hay un vuelo por mes. Recorrimos los lugares donde combatimos siendo soldados, y otros donde se libraron grandes batallas. Constantemente hay vestigios de la guerra a pesar del tiempo transcurrido. Lo más emocionante para nosotros fue ir al Cementerio Argentino en Darwin, hacer un minuto de silencio y cantar el Himno juntos. Si bien es triste y doloroso, tratamos de buscarle la forma de evocación, de que ellos están ahí como custodios de las Islas”.
“No dudé para nada antes de viajar, porque desde que llegué de Malvinas en el ’82 siempre dije que quería volver para ir cerrando algo de la herida, no creo que lo vuelva a hacer, si decido volver lo haría con mi familia y con mis hijas. Lo siento así porque el día que no quede un veterano en pie quienes continuarán el legado serán nuestros hijos o nuestros nietos. El trato con los isleños es correcto, nada más que eso. No son agresivos, pero no dialogan demasiado, saben a qué vamos. Durante la estadía estuvimos en Monte Longdon, Tumbledown, Sapperhill, donde yo había estado unos días. Las distancias en las Islas son muy grandes, a veces no alcanza para recorrer todo. Lo que noté es que cambiaron mucho desde el ’82. Puerto Argentino, que tenía 700 habitantes, actualmente con la Base Militar tiene más de 3.000. En el resto del pueblo hay aproximadamente 1.500 habitantes, está más urbanizado, hay más comercios, y tienen un nivel de vida muy alto. Nos encontramos con muchos chilenos, peruanos, que nos trataron bien y nos ayudaban cuando teníamos que comunicarnos con los kelpers”.
Marcos Rossi, por su parte, nos brindó su testimonio: “Al igual que Fabián, yo cuando volví de Malvinas siempre pensé que en algún momento iba a regresar. En lo personal, pienso que necesitás cierto tiempo para dejar de ponerte excusas, como el Pasaporte. Por supuesto que no corresponde que yendo a nuestro propio país haya que presentar ese documento, pero todo llega a su debido tiempo, pasaron muchos años. A mí me hizo muy bien reencontrarme con las Islas, con ese paisaje. Me sentí mucho mejor, pude expresar un montón de cosas que tenía adentro, y con los veteranos que han ido veo que les pasa lo mismo. Sinceramente cuando decidí ir no sabía cómo iba a reaccionar, me sentí diferente, y es una etapa cumplida. Nosotros estuvimos en la Iglesia Anglicana, charlamos con el sacerdote, y nos decía que a ellos la guerra también les había cambiado la vida, porque estaba muy desolado, no había nada, y ahora es otra cosa. Yo en particular no tuve ningún tipo de problema con la gente, siempre y cuando uno se comporte debidamente, con Fabián estuvimos en las tabernas, fuimos a tomar algo a los pubs, y nadie nos agredió”.