Lobos 24 Un nuevo concepto en información
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Lucas Hernán Ariel Cascales pasó de ser un “acomodado” en la cuestionada intervención kirchnerista en el organismo estadístico a trabajar para el ministerio a cargo de Andrés Ibarra, que creó Macri para revisar los contratos de presuntos ñoquis. El historial de escándalos involucra a su tía Marta Cascales, la esposa de Moreno.
En agosto pasado, el titular del INDEC Jorge Todesca tomó la decisión de echar a nueve empleados del organismo estadístico. Se trataba de un grupo muy particular, la mayoría parientes o personas de muy íntima confianza de nombres de peso -y por el caso, pesados- de la gestión anterior. En esa nómina, había un nombre destacado. Se trata de Hernán Cascales, sobrino de la escribana Marta Cascales, la esposa del polémico ex secretario de Comercio Interior del kirchnerismo, Guillermo Moreno, el funcionario célebre por destruir las estadísticas oficiales e instalar un régimen de patotas dentro del mismo INDEC. Pero en tiempos de Cambiemos en el poder, no todo parece tan sencillo de resolver. La decisión de Todesca puso en alerta al gremio de estatales UPCN, que comanda Andrés Rodríguez, y la movida forzó reuniones entre Todesca, el ministro de Trabajo Jorge Triaca y el de Modernización, Andrés Ibarra. ¿El resultado? La mayoría de los echados del INDEC serían reubicados.
Es que según registros de actividad laboral de la ANSES a los que accedió el periodismo, de aquellos nueve empleados cuestionados por las autoridades del INDEC, sólo las tres mujeres fueron desvinculadas. Del resto, uno figura trabajando en la Legislatura porteña, otro en el INCAA y dos aún figuran como empleados del mismo organismo de done quisieron desplazarlos, aunque oficialmente desmientan su permanencia. Ante la consulta, voceros del INDEC reafirmaron que todos fueron dados de baja y sospechan que tal vez ANSES no haya actualizado el registro de sus nuevos empleadores en el Estado. El argumento es curioso pero posible. Entre los que figuran como aún empleados del INDEC en el registro oficial se encuentra Carlos Garbesi, quien era el domador de caballos del sindicalista Rodríguez, de UPCN, un apasionado de los haras.
Pero lo sorprendente es que los dos empleados restantes hayan encontrado cobijo en Modernización, el ministerio que comanda Ibarra, justamente, el encargado de reorganizar las plantillas, exigir desvinculaciones y, en criollo, dar una prometida batalla contra presuntos ñoquis y acomodados. Y lo más asombroso es que uno de ellos sea el sobrino político de Guillermo Moreno.
Lucas Hernán Ariel Cascales es el nombre completo del joven pariente del impulsor de la intervención al Indec en tiempos K. Es hijo de una hermana fallecida de la también famosa esposa de Moreno.
Marta Cascales ha sido protagonista de distintos escándalos de la gestión anterior. Fue socia en la empresa Fonres de Alessandra Minnicelli, la esposa del ex ministro Julio De Vido, una firma de cuya revista mensual fue inundada por publicidad de empresas privadas, la mayoría proveedoras de la patria de la obra pública K o con precios controlados por las políticas oficiales; es decir, empresas que tenían trato con De Vido y Moreno auspiciaban las publicaciones y eventos de sus esposas, con onerosa generosidad. Cascales luego se alejó de Minnicelli pero no abandonó su perfil controvertido. En su historial acumula haber sido la escribana que autorizó la creación de la firma Meldorek, con la que Sergio Schoklender intervino en el desfalco de dinero público del plan de viviendas Sueños Compartidos de las Madres de Plaza de Mayo. Aquello no impidió para que fuera la intermediaria que logró el encuentro entre Hebe de Bonafini y el papa Francisco, en el Vaticano, donde su esposo Moreno tejió una relación peronista con Bergoglio, en su exilio dorado como agregado económico de la embajada en Roma.
La televisión siempre fue materia de interés para Cascales. Con su fundación “Lo nuestro a la olla”, colocó un micro culinario en la pantalla de Telefe, también con sorprendentes auspiciante. Y ahora, con ese sello milita en La Néstor Kirchner, la agrupación creada por su marido Moreno.
Por si fuera poco, Cascales también fue el vínculo político detrás de la cooperativa Tostaki, devenida SA y productora de televisión y beneficiada por los millonarios concursos audiovisuales de Planificación para hacer una miniserie como la anti-Clarín “El Pacto”, entre otros proyectos, algunos cancelados por la gestión actual y que la llevó a una disputa judicial con el ex ministro de Cultura porteño Darío Lopérfido, por haberse sentido tildada de “corrupta“.
Fuentes sindicales sostenían que, lejos de ser un patotero, el sobrino de Cascales y Moreno era “un pibe laburante” que, aceptaban, había logrado un puesto en la Dirección de Relaciones Instituciones de Cooperación Técnica del organismo apenas se ejecutó la intervención en 2007 gracias a su parentesco, aunque sería blanqueado recién en 2011. Cuando los medios consultaron a fuentes del Ministerio de Modernización se sorprendieron por la consulta pero no tuvieron otra alternativa que confirmar la información.
(Fuente: Border Periodismo)
