En la noche de hoy (15/1), tuvo lugar en el Templo Parroquial la Misa de Envío, en la cual se despidió al grupo juvenil “Juan Pablo II”, que emprenderá una misión a Tucumán, siendo la primera vez que afrontan el desafío de hacer la actividad pastoral en otra provincia.
Rocío Cris y Azul Etchenique, dos de la jóvenes que integran el grupo, manifestaron a la prensa: “Ya estamos listos, muchos partimos hoy a la noche, la comunidad nos está enviando con esta Misa, el tren en el cual viajamos sale mañana a las 9:30 de Retiro y pensamos llegar en destino a Tucumán capital el martes al mediodía. Somos 17 chicos los que participamos del esta Misión, además del Padre Lucas Figueroa que nos estará acompañando. No sólo somos jóvenes de Lobos, sino también hay chicos de Navarro y Las Heras. Vamos a misionar en un barrio carenciado de San Miguel de Tucumán, que ha sido muy golpeado últimamente por un hecho que sucedió hace poco con un sacerdote, estuvimos comunicándonos en los últimos días con jóvenes y adultos y ya nos están esperando, muchos de ellos prepararon cosas para nosotros, el lugar donde vamos a estar, y para que los vecinos nos reciban”.
Explicaron las chicas que: “Es la primera vez que hacemos una Misión en otro lugar que no sea nuestra Diócesis, es una situación distinta, pero tenemos mucha Fe y ganas de ir porque sabemos que la comunidad nos espera, también nos necesita, y va a ser una experiencia muy enriquecedora. Hoy han venido todos nuestros familiares y amigos a despedirnos y fue muy emocionante”.
Y tanto Rocío como Azul coincidieron en afirmar que. “Lo que hace que crezca el Grupo, es la renovación constante, porque se formó hace más de 10 años y muchos de los que empezaron hoy ya son padres o formaron una familia, es parte de la vida. Durante el resto del año, cuando no estamos misionando, tenemos encuentros de formación, de espiritualidad, actividades en los barrios, visitas al Asilo, al Bº Las Tosquitas, permanecemos activos todo el año. En Lobos participamos de las misiones parroquiales y la verdad es que el modo en que nos recibe la gente es muy bueno, muchos vecinos nos hacen pasar, nos invitar a tomar mate, realmente nos llena espiritualmente (…) Lamentablemente no podremos llevar a Tucumán muchos víveres o ropa porque no hay espacio en el tren para ellos, nos comunicamos con la empresa de Ferrocarril pero no tuvimos respuesta, lo que sí vamos a hacer es llevar todo lo que podamos para el oratorio de los más pequeños”.