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EL ESCRITOR CLAUDIO MASSON CASTIÑEIRA PRESENTÓ SU PRIMER LIBRO, “HISTORIAS EDUCATIVAS”, EN LA BIBLIOTECA SARMIENTO

Hace instantes, en la Biblioteca Sarmiento, el escritor y docente bahiense Claudio Masson Castiñeira presentó su libro “Historias Educativas”, un texto muy interesante que ha sido muy bien recibido en todas las localidades donde se puso a consideración de los lectores.

El autor, en diálogo con la prensa, sostuvo: “La verdad es que estoy sorprendido por la repercusión del libro, que ya va por su segunda edición, uno siempre lo hace porque le gusta, pero hace poco me avisaron que sólo quedaban 40 ejemplares, y por ese motivo hubo que hacer una reimpresión. Estoy feliz de estar acá hoy en Lobos en la Biblioteca Sarmiento, tuve la posibilidad de conocer a Ismael Barsotti, un joven escritor lobense en la Feria del Libro de Tapalqué, y fue en esa ocasión que nos prometimos algún día venir a esta ciudad”.

Sobre el ejemplar, Masson Castiñeira explicó que “el libro consta de 25 historias, de las cuales 23 son mías y las restantes de la escritora Norma Blanca Fernández, que basados en hechos reales nos permiten plasmar un montón de situaciones que suceden en la escuela y también mi trabajo de psicopedagogo. También nos permite recordar nuestras propias historias educativas, aquellos momentos que atesoran de su escuela primaria o secundaria. Así van surgiendo aquellas instancias dentro del aula que a cada uno le cambiaron la vida, en que la escuela se transformó en un lugar especial y tomó otro sentido”.

Ante una pregunta concreta, subrayó: “El primer desafío para educar hoy es darnos cuenta de que vivimos en una sociedad fragmentada, y que eso no es ajeno a la escuela, hay diferentes situaciones de conflicto que se presentan, se ha atomizado mucho el espacio de vida, y la escuela en definitiva es un reflejo de esa sociedad. Pero a veces no lo entendemos. Entonces, cuando en la escuela suceden situaciones que también se dan en nuestras casas, nos alarmamos. Pero es lo que pasa en el barrio o en el club. La institución educativa no excluye como pasaría en el club, que te echan del partido por cometer una falta. Y lleva un tiempo recuperar una conducta. Por ejemplo, supongamos que un niño aprendió que la forma de mostrar su enojo es putear o expresarse vulgarmente, eso lo aprendió desde pequeño, lo mamó en su familia, y cuando llega a la escuela comprende que no puede expresarse de esa forma. Y cambiarlo puede llevar meses o años. En ese sentido creo que como escuela y como sociedad hemos perdido la paciencia, todo se busca que sea ahora, ya, y a su vez eso conspira con los procesos conductuales de nuestros jóvenes. No encuentran ese tiempo o ese espacio para equivocarse y saber que seguramente se les exigirá un cambio”.

“Se ponen en la escuela muchas expectativas que no se cumplen en el hogar, pero como aspecto positivo está que seguimos confiando en la escuela. Es un ámbito donde se exige a los alumnos y donde las familias pueden plantear sus inquietudes, hoy hay muy pocos lugares así. Las demandas que las familias depositan en las escuelas hace que éstas crujan, pero reitero que como aspecto positivo, confían que es el lugar que les puede dar una respuesta”, añadió.

“Hoy más que nunca, la escuela se ha convertido en un espacio de contención. Antes, hace 40 años más o menos, los chicos tenían otros ámbitos de recreación: La sociedad de fomento, los clubes, los boy scouts, la plaza del barrio. Había otros espacios de socialización que no eran solamente la escuela. En la actualidad, si uno les pregunta a los chicos qué hacen con su tiempo fuera de la escuela, dirán de están en su casa, con la computadora, con la Play, o con el celular. Y en el caso de que practiquen un deporte, lo hacen a un nivel mucho más competitivo que lo hacíamos nosotros. Porque nosotros, además de hacer fútbol, jugábamos a la pelota. Entonces, aparece la escuela como el único lugar donde te podés equivocar y te sale gratis”, reflexionó el autor. El libro puede conseguirse contactándose con Masson Castiñeira por las redes sociales o por mail, y su autor anticipó que publicará en dos años un segundo volumen de “Historias Educativas”.

 

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