Lobos 24 Un nuevo concepto en información
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Bajo una lluvia torrencial, este domingo 8 de marzo se realizó la segunda marcha pidiendo Justicia por Guadalupe Eseiza, la niña de 8 años que fue abusada y quemada. Un caso que no deja de provocar conmoción, y la comunidad de Lobos en su gran mayoría ha brindado su incondicional apoyo a los padres y familiares de la menor, asesinada por Sergio Ramón Oliveira. La manifestación partió de la Estación de Ferrocarril y llegó hasta la Plaza 1810.
Luis Eseiza, entrevistado por LOBOS 24, manifestó: “Las respuesta de la gente es increíble, reclama justicia al igual que toda mi familia pese al mal tiempo, no hay duda de que Guadalupe hoy tiene más mamás y papás. Todos queremos que en Lobos no ocurran más estas cosas. La causa hoy está bajo abogados, ellos me informarán, ayer iban a hacer una presentación judicial y no pudieron, pero creo que en estos días va a estar. No van a alcanzar los años de vida para agradecer a todos los vecinos que me están acompañando y dándome apoyo.
Añadió el padre de la niña, que: “Yo voy a confiar en la Justicia si hay una condena, porque lo que hizo este monstruo es aberrante, no falleció por los golpes recibidos sino porque la sentó arriba de las brasas, le quemó los genitales, y así murió mi hija, que no sé si estaba inconsciente. El “día a día” lo vivo con las demostraciones de apoyo de la gente, que es infinito. Y tengo que seguir adelante porque tengo tres hijos más, menores que Guadalupe. Los abogados que tengo se ofrecieron gratuitamente a ayudarme, y explicarles a mis hijos más chicos lo que pasó a Guada, es terrible. Este criminal se abusó de su confianza, casi podría decir que se crió en casa hasta los 17 años. No sabía el antecedente que tenía por exhibiciones obscenas en Roque Pérez, porque no fue denunciado, de haber sido así hubiera actuado inmediatamente”.
La mamá de Guadalupe, Severiana Silva, sostuvo: “Me siento culpable por haberle dado permiso a mi hija (para ir al domicilio del femicida), porque si hubiera sido más firme no la hubiera dejado ir. Es verdad que era algo impensado, pero lo que pasó me lo voy a reprochar toda la vida. Y como dijo mi marido, cuando haya una sentencia voy a empezar a confiar en la Justicia”.
