Lobos 24 Un nuevo concepto en información
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Martín Giglio, es uno de los artistas locales más requeridos para animar cualquier fiesta o evento y aportarle diversión a la noche. Se caracteriza por su talento para replicar no sólo la manera de cantar de artistas que el público ya conoce, como Cacho Castaña, o José Vélez, sino que además consigue imitar el look y los modismos que fueron propios de ellos cuando se subían a los grandes escenarios. En una entrevista con el periodista Patricio Contrera para LOBOS 24 y la señal de cable Lobos Digital para el programa «Café Doble», que saldrá al aire hoy al término del noticiero, nos contó parte de su historia, plagada de anécdotas.
Pero además de ser cantante e imitador, es baterista: «Empecé participando en dos o tres shows de 11-14, la banda de Mariano Vairo, luego pasé por un grupo de música tropical que se llamaba Oasis, me fue a buscar el “Cholo” Rodríguez, porque se les había ido el baterista. Fue todo muy loco, porque si bien yo había aprendido a tocar percusión con Eduardo Pachamé, tenía la rítmica pero nunca había tocado y tampoco tenía la formación de la batería en sí para tocar con los ambos brazos y piernas. Pero bueno, aprendí y enseguida me incorporé al grupo, como te decía antes». Mientras hablamos, el celular se llena de mensajes y llamadas perdidas, pero él sabe que, en televisión, hay que silenciar el aparato o dejarlo en un lugar lo más lejano posible.
«Posteriormente vino el Grupo Escándalo, que nos convocó Alcides Alves Marques, para esa época ya se había terminado la primera etapa de los Cinco Duendes. Estaba Carlos Hugo Rivas, Gastón Videla, Jorge Bustos, Adrián Larghi, Gabriel Mosca, y el Cholo también, éramos siete músicos en total. Para el año 2000 se formó el Trío Salpicón que es por lo que la mayoría de la gente me conoce hasta el día de hoy. Y por supuesto, tiempo después, para mí fue buenísimo participar del regreso de los Cinco Duendes, porque cuando era chico me encantaban y haber sido parte de ese segundo capítulo es una oportunidad que la viví con mucho entusiasmo».
«En el caso de Salpicón, estamos hablando de un grupo que ya tiene 22 años, pero cada vez que decidimos juntarnos para un show y darnos un gusto, la gente nos sigue muchísimo. Más allá de que los tres nos complementamos muy bien musicalmente, tenemos una amistad desde antes que empezáramos. Pero como cada uno ya tiene sus proyectos o su trabajo, es algo que hacemos de vez en cuando. Luis Molina es uno de los mejores sonidistas de Lobos y por suerte le va muy bien, y con Gastón Videla a veces hacemos shows juntos», prosiguió su relato Martín.
«En las redes sociales trato de ir promocionando lo que hago, es una forma de estar vigente, porque además tienen una gran masividad. Entonces voy subiendo a las redes los próximos eventos donde voy a estar, o algunas fotos. Hace ya 17 años que estoy como solista, todo comenzó cuando en un verano fuimos de vacaciones con Gastón, me subí al escenario de un bar para hacer un karaoke, me anoté como cualquiera que quería cantar, y al propio dueño del boliche le gustó, me sugirió que me dedicara a esto. Cuando volví se los planteé a los chicos que eran dueños de El Club Café, y así arranqué haciendo karaoke también, hasta que uno de ellos me sugirió hacer un homenaje a Cacho Castaña. Así fueron apareciendo las primeras imitaciones, tratando de replicar el look y la forma de cantar de Cacho, le agregamos más iluminación y más despliegue, y eso de algún modo fue la herencia que tuve de Salpicón, porque me sirvió muchísimo para explorar todo tipo de géneros musicales. Por eso el grupo en su momento se llamó así, porque tocábamos de todo. Pero a lo que hago ahora siempre trato de ponerle un poco de humor, sin dejar de respetar al artista que estoy imitando. Caracterizarse como ese músico que fue mucho más famoso que vos, debe ser así. Me he puesto una bata cuando canto temas de Sandro, o una chalina y una peluca cuando hago a Sergio Denis… tuve el placer de conocerlo personalmente cuando actué en Arena Center, el club de Daniel Paskvan, y fue uno de los momentos que más recuerdo, junto con haber conocido a Antonio Ríos».
«Cuando surgió toda la movida para participar del programa de Guido Kaczka (en Canal 13) fue diferente, ya con la ropa más preparada, porque tenía más tiempo. Me invitó Memo Senas, un humorista de Cañuelas, yo casualmente el día anterior estaba pensando “qué bueno sería estar ahí”, y al día siguiente recibí un mensaje de él. Quería hacer una imitación de Cacho, pero me pidieron que hiciera de María Marta (Serra Lima), entre otros tantos, y bueno, así salió. Desde la producción del canal buscaban variedad, y por eso se dio de esa manera», nos comenta acerca de ese momento que lo transportó a la televisión del canal de mayor audiencia del país.
«En los otros shows, como los hago todos de corrido, no tengo tanto margen como para ponerme a elegir un atuendo de cada uno de los artistas que estoy imitando. Y por lo general esas imitaciones surgen de música del recuerdo y de gente que admiro. Aunque siempre tiene que ver con lo que te pide la gente, sé hay que hacer un poco de todo, por eso por ahí podés meter un medley, entonces agregás algo de Arjona, o de Vicentico, también le agrego unos enganchados de rock nacional…siempre hay que ir buscando recrear a los artistas nuevos que son los que la gente más joven escucha hoy. Pero mi público es de personas de mi edad o mayores que yo».
«Una vez me contrataron para actuar en Río Grande (Tierra del Fuego) y la agasajada de la fiesta, que cumplía 40, era muy fanática del rock nacional. Bueno, entonces armé un mix recorriendo varias bandas, y la verdad que por suerte pegó y gustó mucho. Nunca pensé que iba a cantar allá, y el contacto vino por una mujer de Río Grande que me vio en un restorán de Lobos, y que estaba de pasada porque había ido a visitar a otra de sus hijas a La Plata. Bueno, así surgió todo, y terminé viajando cinco veces al Sur. Fui para este cumpleaños, para el aniversario, de un club, para la despedida de un sacerdote que la gente de allá realmente lo apreciaba mucho, y para una fiesta privada. Hice temporadas en la Costa Atlántica también… siempre trato de buscarle la vuelta. Como una vez que me pidieron que hiciera temas de Armando Manzanero, honestamente no me los sabía, pero me los preparé y aprendí para un programa. Así se van dando las cosas», concluyó el multifacético lobense, que no para ni un minuto y que sabe, además, que vendrán muchas otras oportunidades para que este singular oficio que ya lleva 17 años lo lleve hacia donde el destino lo diga.
